Una cena, quesos, vino, uvas...todo esto sirvió de inspiración para buscar un destino donde poder degustar todos estos productos.
Miramos por internet donde podríamos ir para una escapada romántica de fin de de semana y que no estuviera demasiado lejos, para aprovechar más los tres días de los que disponíamos.
Buscando bastante, dimos con el mejor precio para la escapada-degustación que buscábamos.
En esta ocasión volamos con la compañía aérea Vueling, una hora y veinte minutos más o menos.
COMO LLEGAR
Una vez aterrizamos en el aeropuerto Marseille Provence, tocaba ir a buscar las maletas y a la salida nos esperaba un transfer, ya que la distancia en transporte público es un poco larga y no disponíamos de mucho tiempo.Así que en media hora estábamos en la puerta del hotel.
Decidimos escoger un hotel bastante céntrico y que estuviera cerca del puerto, ya que mirando por Google Maps, la zona nos pareció muy bonita y romántica.
Una vez instalados en el hotel, nos dimos una ducha y nos fuimos a descubrir la zona que prometía ser excepcional.Además ya llevábamos los planes para descubrir la ciudad y sabíamos que es lo que queríamos ver y hacer, solo nos quedaba por decidir donde comer y cenar.
NEW HOTEL VIEUX-PORT
New Hotel Vieux-Port,3 bis, rue Reine-Elisabeth.El hotel está en una ubicación perfecta para descubrir el centro de la ciudad y disfrutar del mar, ya que se encuentra al lado del precioso puerto de Marsella, en una pequeña calle peatonal que os conducirá a la estación de buses que está justo detrás y a las famosas Galerías LaFayette.El exterior está muy acorde con los edificios de alrededor, la fachada realizada en piedra y construcción típica francesa que mezcla el gótico, el clasicismo y el rococó, que encontraréis en todo el país.En los bajos del hotel hay un restaurante, al lado una boca de metro y la bonita iglesia de San Ferreol.
Si os dan la oportunidad de escoger habitación os recomendamos que sean con vistas al puerto viejo.La recepción del hotel no es demasiado amplia, dispone de ascensor o escaleras para acceder a las habitaciones, depende de la que escojáis serán amplias o no, el hotel esta bien pero lo mejor es la ubicación.Mezcla de estilos en la decoración, no demasiado moderna.
PASEANDO POR EL VIEJO PUERTO
En los alrededores del hotel hay bastantes museos y monumentos, así que nos preparábamos para empezar a descubrir la ciudad!
Lo primero que decidimos hacer fue pasear por el Viejo Puerto, lleno de barcos de recreo, sus barcos típicos de pesca, la gran noria donde subir y disfrutar de las vistas de los bonitos edificios que lo rodean, bares, terrazas, restaurantes...
Cerca del hotel encontraréis una oficina de turismo donde podéis pedir información de la ciudad, además de tiendas de souvenirs donde comprar el típico jabón de Marsella.
La carretera que cruza por el puerto esta totalmente empedrada para no desentonar con los edificios.Verdaderamente merece la pena dar un paseo con tranquilidad por el puerto y tomar un café a las orillas del mar, si la visita la realizáis en navidad, encontraréis un gran ambiente con puestos donde poder comprar todos los accesorios necesarios para el belén o adornar vuestro árbol.
En el puerto también encontraréis la Navette du Frioul, que ofrece paseos en barco a horas distintas del día, merece la pena ya que los alrededores marítimos de la ciudad son espectaculares.Hay varias tarifas desde 10 euros hasta 16 euros dependiendo de lo que queráis hacer.
PROFUNDIZANDO EN LA CIUDAD
En los alrededores del puerto se encuentran el teatro La Criée, cines, La Casa del artesano y los maestros del arte, donde poder disfrutar de una buena exposición.
Aquí también se encuentra la Ópera de Marsella, 2 Rue Molière, edificio del 1787 con su fachada que recuerda al Panteón de Roma con sus grandes columnas, la entrada con sus escaleras apuntaladas por columnas y sus esculturas que hacen referencia al arte del teatro.
Siguiendo nuestro paseo llegamos al Jardín de Vestiges, Rue Henri Barbusse, parque donde poder relajarse y disfrutar, justo al lado se encuentra el Museo Musama,1 Rue Henri Fiocca, dedicado al famoso jabón de Marsella, el edificio es bastante cúbico.
Cerca y siguiendo el puerto viejo llegaréis hasta la Catedral La Mayor o Basílica Santa María la Mayor, edificio de estilo románico-bizantino y único en su género en Francia, construida en mármol y pórfido que le da un contraste diferente, aunque no es demasiado antigua merece la pena una visita por la gran magnitud del edificio.El interior es espectacular, con sus techos abovedados y las vidrieras de colores que dejan entrar la luz dándole un aspecto de castillo medieval, que no se corresponde en nada con el exterior del edificio ,para nosotros la mejor vista de la Basílica es desde un lateral, ya que es donde se pueden apreciar todas las cúpulas y minaretes, ideal para los amantes de la arquitectura.A lo largo del puerto se encuentran varias iglesias, que aunque más pequeñas y menos importantes, merece la pena dedicar una mirada ya que son igual de bonitas.
A ORILLAS DEL MEDITERRANEO
La cornisa del presidente-John Fitzgerald-Kennedy es un paseo muy agradable que no os podéis perder, a orillas del Mar Mediterráneo y siguiendo el puerto viejo de Marsella.Desde este precioso lugar, podréis pasear, hacer deporte y lo mejor de todo, disfrutar de las bellas vistas de este balcón abierto al mar.
Mientras camináis descubriréis las preciosas islas que están cerca de la costa, con un color marrón tierra que confunden las construcciones que en ellas se encuentran.Además tendréis a vuestra disposición el banco más grande del mundo, para poder sentarse y disfrutar tranquilamente de la brisa del mar, es decir, este paseo es todo un grandioso banco disponible para los amantes de las buenas vistas.
Solo deciros que disfrutéis de la Rocher des Pendus, pequeña isla desierta y encantadora bañada por el Mediterráneo.
Islas de Endoume, dos pequeñas islas desiertas juntadas entre ellas.
Isla Degaby, nombre que debe a una famosa artista de la época, en esta isla se encuentra el Fuerte de Tourville, mandado a construir por Luis XIV, aunque es un espacio privado la visual que ofrece es espectacular.
En vuestro paseo descubriréis el club de vela y el club náutico, aparte de varias playas que son espectaculares para ir a tomar el sol y relajarse.
PALAIS LONGCHAMP
Palais Longchamp, precioso parque que hay que visitar en vuestra estancia en la ciudad, cerca del hotel donde nos hospedábamos se encuentra este magnífico monumento.El Palacio alberga el Museo de Bellas Artes y el Museo de Historia Natural, se encuentra en un parque circundante y que posee el mismo nombre que este magnífico Palacio.
La construcción fue dedicada al Canal de Marsella, construido para abastecer de agua a la ciudad, es por esta razón que dispone de una bella fuente llamada chateau d'eau.El lugar esta delicadamente ornamentado con esculturas y detalles que merecen tiempo para no perderse nada.
Si disponéis de tiempo podréis visitar su antiguo zoológico y sus jardines ingleses con sus arboles centenarios, los detalles de los azulejos de las estancias de los animales y la serenidad que aporta este parque dentro de la ciudad.
Marsella dispone de tranvía con paradas bastante cercanas a los puntos de interés, la ciudad no es nada complicada para pasear.
BASILICA NUESTRA SEÑORA DE LA GUARDA
Basílica de Nuestra Señora de la Guarda, la veréis desde cualquier punto de la ciudad, ya que se encuentra en la colina más alta de Marsella y ningún edificio que se construya puede superar dicha altitud.Devoción absoluta lo que sienten los marselleses por La Señora de la Guarda o conocida también popularmente como la Buena Madre, que se alza magistral dejando toda la ciudad a sus pies.
Fue construida encima de una antigua fortaleza y llegar hasta ella es un trayecto muy curioso, ya que pasa por callejuelas y calles que van ascendiendo poco a poco hasta la cima.
El estilo es nobizantino, la torre de unos 41 metros está coronada con una gran estatua de la Virgen María en color dorado, que resalta de forma resplandeciente como si bajase de los cielos.
Si os fijáis en la piedra y la forma de combinarla recuerda a la espectacular Florencia en Italia, curioso ya que la piedra que se utilizó fue traída de los alrededores de dicha ciudad.
El fuerte que había construido era punto de referencia para preservar a la ciudad de los ataques de la época y punto de observación marítima, ya que la posición y la altura permitía adelantarse a los ciudadanos a los ataques.Quizá de ahí venga el nombre de Nuestra Señora de la Guarda.
Esta colina fue también cantera, todo empezó con la construcción de una pequeña iglesia y a ello se le juntó la devoción que empezaron a mostrar los marineros.
Se accede por unas escaleras que os llevaran a una pequeña plaza a los pies de la torre, que por cierto guarda la gran campana, siguiendo el ascenso y ya en el interior, llegaréis a la cripta sencilla y tenue donde se encuentra la Virgen del Ramo, ella os dará paso a la gran belleza interior de la basílica, con sus ricos mosaicos, columnas de mármol, azulejos venecianos, espectaculares cúpulas doradas, entre otra gran cantidad de detalles que encontraréis y que os sorprenderán.
Desde las terrazas exteriores de la Basílica disfrutaréis de unas espectaculares vistas del mar y la ciudad que no os dejarán indiferentes.Sin duda alguna es la guinda de la visita a Marsella.
DONDE COMER
En el viejo puerto y en sus alrededores encontraréis infinidad de restaurantes donde poder comer o cenar y bares para disfrutar de una buena copa, aparte también están las típicas cadenas de comida rápida si buscáis no perder demasiado tiempo y que os resulte más económico.
Nosotros queríamos disfrutar de las delicias de la comida francesa, así que buscamos los restaurantes más típicos de la zona.
Restaurante O'Bidul, 79 rue de la Palaud.Pequeño restaurante que recomiendan pedir mesa ya que el espacio es reducido y la comida es excelente.El espacio interior está muy bien aprovechado, solo dispone de una diez mesas, la decoración es bastante sencilla pero es lo que le da un ambiente muy familiar y agradable para comer.Nosotros pasamos por casualidad y la verdad no tuvimos problema para comer, los platos que tiene son variados, carnes, pescados, ensaladas y postres, bien presentados en una vajilla bastante elegante, el precio es bastante asequible sobre unos 15 euros el plato.Recomendamos que antes de llegar al postre os pidáis unos quesos típicos de la zona.
Restaurante L' Arome, rue des 3 Rois.El lugar donde se ubica este restaurante es la parte bohemia de la ciudad, la entrada es bastante elegante, aunque se encuentra en los bajos de un edificio antiguo.Como la zona está de moda encontraréis mas variedad de sitios donde poder disfrutar de una agradable velada, lleno de gente joven y terraza para disfrutar de la noche mientras cenáis.El local no es demasiado grande y tiene una mezcla de restaurante y comedor de colegio, ademas las pinturas que tienen en las paredes acompañan a esta sensación.La comida que sirven es bastante minimalista, rica y bien presentada, el precio no es demasiado económico, nosotros pedimos ensalada, pescado y postre y pagamos unos 80 euros los dos.
Restaurante Lacaille, 42 rue de Trois Mages.Restaurante decorado muy provenzal, parece que te transportas a la casita de la abuela en la campiña francesa, mesas bien alineadas con sillas y sofás donde sentarse cómodamente.La comida acompaña totalmente a la decoración del local, elaborada y muy de casa, presentación muy buena, ideal para cenar.La zona donde se ubica es muy interesante llena de grafitis, incluso el restaurante tiene uno en su persiana.Zona muy juvenil y llena de ambiente por las noches, la velada que pasamos fue encantadora y pedimos platos que se componían de ensalada, pechuga de pato, quesos y deliciosos postres, el precio es bastante asequible, nosotros pagamos 60 euros los dos.
Restaurante Le Poulpe, 84 quai du Port.Este restaurante se encuentra en el puerto viejo de Marsella, recomendado para ir a comer y sentarse en la terraza para poder disfrutar de toda la vida del puerto.El día anterior pasamos por allí y decidimos reservar la mesa que mejor ubicación tenía para ir a comer al día siguiente.Aunque dispone de gran variedad de comida, evidentemente como estábamos en el puerto, decidimos que no podía ser otra elección que pescado.La carta se compone de varios platos a precios bastante asequibles, que van desde los 15 euros hasta los 25, dependiendo de lo que se quiera comer, dispone de menú por 35 euros.La decoración del local es bastante sencilla y le dan el toque mediterráneo, sin duda es un restaurante para disfrutar de su terraza exterior.Merece la pena visitar este local ya que la comida es rica y las vistas espectaculares.
COMPRAS
La ciudad de Marsella es bastante fácil para caminar y pasear, además los puntos de restauración y compras están bastante concentrados.Las calles más comerciales son las que empiezan en el puerto viejo y se adentran en la ciudad.
Rue Canebière, Rue Pavillon y Rue Vacon, en estas calles encontraréis desde pequeños carruseles para los niños, tiendas de souvenirs, ropa de marcas conocidas, del típico jabón de Marsella, etc. Aunque son las Galerías la Fayette, que se encuentra al lado de la estación de buses,el punto de referencia para las compras de los locales, siempre están repletas de gente.
Entre estas calle también encontraréis el edificio donde se ubica el museo de la Marina, tan bonito que parece un teatro, elegante y majestuoso que se integra perfectamente en la zona donde se encuentra.
En las calles Grignan, Montgrand y Paradis, encontraréis lo mejor de la alta costura con tiendas selectivas como Emporio Armani, Louis Vuitton, etc. Calles semi-peatonales y con edificios bien cuidados, no demasiado altos con sus grandes ventanales y porticones, callejuelas estrechas, otras más largas que te trasporta a la antigua ciudad burguesa y exclusiva, si sois amantes de las compras es un sitio ideal para usar la tarjeta.
Para viajar a Marsella no hace falta pasaporte, siempre y cuando vuestra procedencia sea Europea, si no pertenecéis a ella, no olvidéis que en los aeropuertos se puede cambiar vuestra moneda por euros al mejor precio o en los bancos donde normalmente hagáis vuestras gestiones.
Nosotros amamos descubrir los tesoros que esconden las ciudades, la mejor forma de hacerlo es caminando por ellas, así que os recomendamos como siempre que os pongáis unos zapatos cómodos.
El clima es Mediterráneo, inviernos suaves y veranos calurosos, el momento ideal es cuando empieza la estación de la primavera.
Aunque la ciudad es bastante segura, siempre hay que tener en cuenta que es una gran urbe, así que es mejor no ser ostentosos en las formas y no ir a lugares que no sean turísticos por la noche para evitar cualquier contratiempo, además de mantener siempre a buen recaudo vuestros efectos personales.
La gente local de la ciudad es muy acogedora y os ayudaran en medida de lo posible en vuestras necesidades, no obstante hay que ser respetuosos para que lo sean con vosotros.
Os recomendamos que probéis su cocina, es deliciosa y disponen de unos quesos y vinos buenísimos.
Los marselleses son personas que aman su ciudad, que os esperarán con los brazos abiertos y muy dispuestos a mostraros lo mejor que tienen.
Después de estos consejos que esperamos que os sirvan de ayuda, solo nos queda deciros que disfrutéis de vuestra estancia y ¡Felices Vacaciones!.
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